Un tío low
Hola humanos.
Vengo a presentar mi historia. Es un ejercicio para mí mismo más que para compartir, pero si a mayores puede aportarle algo a alguien pues todos ganamos.
Mi relación con el poker comienza allá por 2014, cuando tenía 21 años. Acababa de dejar mi segundo año de universidad en Valladolid por vago y me había apuntado a matemáticas por la UNED con la esperanza de no dar un palo al agua y poder sacar una carrera mientras seguía haciendo el vago. No era nada nuevo para mí, saqué el bachillerato a distancia sin hacer gran cosa mientras disfrutaba de mis últimos años de adolescencia y pensé que podría hacer algo similar con la universidad a distancia. Es evidente que pertenezco a la ''generación del mínimo esfuerzo'', aunque probablemente soy un caso exagerado.
Terminando el primer año en la UNED con pocas espectativas de aprobar más de 4 ó 5 asignaturas (me había propuesto sacar curso por año) estaba bastante desmotivado respecto a los estudios y dedicaba una parte importante de mi tiempo de ocio a jugar a shooters de manera competitiva.
Aquí entra Aitor ("Aflores", muchos ya lo conoceréis del SpinProject). Nos conocemos desde el colegio y mantuvimos la relación al irnos a la universidad. De aquellas (2014) Aitor se dedicaba a jugar SnG de 5 euros, sin mucho conocimiento del poker más allá de rangos de OR y que había que hacer mucha Cbet flop. A veces Aitor venía por mi casa y mientras yo me echaba unos vicios él se jugaba unos donkas. Unos de esos días, mientras Aitor me veía jugar Search and Destroy 1v1 (lo más tryhard que había en el CoD de aquellas) se quedó sorprendido de lo bueno que era, y siendo él consciente de la ingente cantidad de horas que había invertido para llegar a ese nivel me hizo un comentario que aun hoy resuena en mi cabeza:
''Tio, te has equivocado de juego''
Aquella frase me marcó. En parte por el aprecio intelectual que le tengo a Aitor, en parte porque siempre me han gustado los juegos de estrategia, y mi conocimiento del mundo del poker (aun siendo cercano a 0) me permitía entender que como en cualquier juego de suma cero habría unas reglas arbitrarias por las cuales unos movimiento serían mejores que otros. Así que empecé a interesarme al respecto. Aitor me habló de Educa y un nuevo mundo se abrió ante mí. Recuerdo que era la época de los últimos exámenes del curso, pero yo me pasaba más tiempo viendo artículos de educa (sin jugar ni tener dinero en ninguna sala) y videos de Campa que estudiando para los exámenes de la carrera, al fin y al cabo era más fácil aprenderse la tabla de outs ajustadas que sacar el lagrangiano de un punto en la superficie de una rueda en movimiento, y era consciente de que la inversión de tiempo en el poker se iba a rentabilizar antes.
Todo esto coincidió con un momento algo jodido en mi casa. No tenía buena relación con mis padres y me había ido temporalmente a vivir a casa de mis abuelos mientras terminaba los exámenes de la UNED, pero no era una situación sostenible. Al finalizar los exámenes y ver que solo había aprobado 2 asignaturas decidí dejar la universidad y mudarme a la antigua casa de mis abuelos en Ourense con 300 euros en el bolsillo. Fue la primera vez en mi vida que esbilé un poco. Era consciente de que iba a tener que dejar curriculums en bares y tal. Esa perspectiva enciende las alarmas mentales a un pseudo nini que había (y ha) cotizado 1 día en toda su vida. Ésto me llevó a esforzarme (en realidad era esforzarse un poco para no tener que esforzarse de verdad en un trabajo precario) en tener un acercamiento adecuado al póker. Decidí dedicar unos días a repasar lo que ya sabía de póker y empezar a jugar al final de la semana. Para que os imaginéis la precariedad de la situación no tenía ni internet en el piso ni dinero para contratarlo, así que por las tardes me iba a los bares y pasaba 4 horas con una cerveza para descargar la mayor cantidad de videos posibles y luego vérmelos en casa. Ingresé 60 euros en Stars y jugando con la conexión del movil consegui sacar unos 180 (bono incluido) que rápidamente me llevé a Titan para sacar otro bono cuanto antes. La cosa fue bastante bien para lo que pudo haber sido. Era ganador marginal, pero eligiendo mesas y jugando a horas intempestivas (solía quedarme hasta pelar al último recreacional de 10 y 20 y cerrar las mesas). Parecía que la cosa marchaba. Ganaba dinero (aunque poco), iba desbloqueando contenido en educa y lo más importante, estaba esquivando mi mayor miedo: tener que madrugar a diario para ir a trabajar en un empleo mal pagado.
Aquí entra Fabio ("Piyipiyao" en educa). Lo conocí un día jugando una mesa de Titan. Le comenté por el chat que era educo, por alguna razón me hizo caso y empezamos a charlar. Al cabo de un rato nos dimos cuenta de que estábamos en la misma ciudad. Le conté mi situación y le invité a mi casa al día siguiente. Aquella fue probablemente la mayor suerte de mi carrera pokeril. Fabio acababa de sacar el cum laude en educa y llevaba unos pocos años tomándose el poker como su medio de vida, y aunque él no había estudiado mucho para mi era como tener a Raúl de profesor. Hablábamos casi todos los días y venía a mi casa al menos una vez a la semana. El plan era siempre el mismo: yo le invitaba a una cena rica y él se quedaba hasta las tantas conmigo raileándome y enseñándome las claves del juego contra recreacionales. La cosa funcionó. Yo dedicaba casi todo mi tiempo al estudio, revisión y grind, lo cual dió sus frutos. Los primeros meses del 2015 fueron increíblemente bien.
El recuerdo que tengo de ese año era estar viviendo un sueño, y mi objetivo era volver a Vigo cuánto antes para vivir con mi pareja y estar cerca de mis amigos. En unos 6 meses ahorré cerca de 10k jugando 10s y 20s.
Así fue como en verano del 2015, con el beneplácito de mis padres, cierta admiración y asombro por parte de mis amigos (a los que invité a hacer lo mismo que había hecho Aflores conmigo, aunque en mi caso sin ningún éxito) y una buena relación con mi pareja me volví a Vigo a alquilar un piso con ella. Con 21 ó 22 años había cumplido mi sueño de ser nini socialmente aceptado. No sé si os serprenderá que visto con perspectiva aquello fue más mi pena que mi suerte (de ahí podréis intuir el por qué del título del blog). Pero esa parte de la historia la dejo para la siguiente entrada...
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